Crítica: El Profesor Marston y la Mujer Maravilla

Tratar de abordar una cinta como esta nunca es fácil, debido a los distinto matices y multiples lecturas que se le pueda dar, no a la cinta como historia en si, sino a los elementos que la van componiendo.
El Profesor Marston y la Mujer Maravilla (Professor Marston and the Wonder Women) es una película que sin dudas, no se puede dejar pasar, aún cuando parezca fuerte, o intensa, o se vea con cierto recelo los temas tratados en ella
Basada en la vida del doctor William Marston, sicólogo y teorético de Harvard, quien asistió a crear el detector de mentiras y a la heroína más famosa de todos los tiempos, la Mujer Maravilla, esta película escrita y dirigida por Angela Robinson muestra una parte de la relación poco usual que el profesor compartió con 2 mujeres: su esposa Elizabeth (Rebecca Hall), y Olive Byrne (Bella Heathcote), una pupila de William quien invita a la pareja a una fraternidad femenina, en donde exploran y comparten ideas sobre sexualidad y sumisión.
Desde este acontecimiento, William, Elizabeth y Olive forman un triángulo tanto amoroso como intelectual: la química entre los 3 fue la clave para crear a la conocida heroína y dotarla de sus ideales feministas. Combatiendo contra aquellos que procuraron censurar la historieta por considerarla violenta y llena de perversión, el trío defendió de manera firme la presencia de un personaje femenino que sirviese de inspiración para las mujeres de todo el planeta.
El mayor acierto de esta película sin duda es haber mostrado sin tapujos la relación entre los tres protagonistas, ya que no estamos hablando acá de un triangulo amoroso "clásico" en donde hay engaños, no, no, hablamos de una relación amorosa/sexual de tres personas consensuada por todas su partes. Algo que para la época era moralmente impensable.
Incluso para los estándares actuales de moralidad esta película puede ser osada. Pero como les decía, realmente es un merito el haber mostrado todo, sin disfrazarlo, sin insinuación pero sin caer tampoco en el erotismo barato como Cincuenta sombras de Grey y cuidando también de no terminar siendo una película pornográfica.
Esta cinta, al menos como experiencia personal, realmente me hizo pasar por varios estados, ya sea por el vínculo de este trío o por el comportamiento de ellos como individuos, el film provoca en el espectador una sensación extraña de estar yendo constantemente de un extremo al otro de los sentimientos, por ejemplo la sumisión de Olive, el personaje interpretado por Bella Heathcote por momentos da la sensación de bronca y al minuto siguiente no se puede evitar sentir empatía por ella. Cosas por el estilo también pasan con William Marston, un genial Luke Evans, y con su mujer Elizabeth, personaje que Rebecca Hall se pone al hombro llevándose la película a cuestas.

Desde el punto de vista estético, tanto la fotografía, como el montaje fueron aspectos realmente notables, tanto que los momentos que tienen referencias directas a la Mujer Maravilla rescatan de algún modo el encanto comiquero de una película de superhéroes, aún sin que esta película lo fuera.
Obviamente, no es una película perfecta, peca de algunas fallas, pero como siempre digo en estos casos, son fallas tan insignificantes que ni vale la pena mencionarlas.
Mucho más que estos aspectos no hay para poder hablar, ya que este film es uno de esos raros casos en el que mucha crítica, o mucho análisis está por completo demás, básicamente es para verla y experimentarla por si misma, y cada quien sacará sus propias conclusiones.

Eso si, si van a ver esta película pensando que vas a ver algo del tipo Marveloso, o DCista, ya se pueden ir despidiendo de la idea, no es cine de superhéroes, no es cine comiquero, aunque sea la historia del tipo que creó a la Mujer Maravilla, no es cine de ciencia ficción y mucho menos es cine para gente que le pueda molestar tocar ciertos tabúes, “El Profesor Marston y la Mujer Maravilla” es uno de esos dramas que juega en el terreno del erotismo, calando en el corazón del espectador de muchas maneras posibles y despertándole  distintas sensaciones.

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